Descripción del proyecto
En la plaza de los Caídos se alza el edificio más hermoso de la capital, el palacio de los duques del Infantado, calificado como un “único en su género” por aquellos autores que se han ocupado de él, señalándolo como una peculiar muestra del arte universal.
Por lo anterior, el 27 de abril de 2001 el Pleno del Ayuntamiento de Guadalajara acordó tramitar su designación como Patrimonio de la Humanidad ante la Consejería de Educación y Cultura, un objetivo que se ha cumplido en la 77ª reunión del Consejo de Patrimonio Histórico Español celebrada el 2 de octubre de 2015 en Madrid.
Con el diseño de estas casas principales, Juan Guas (1403-1496) alcanza su madurez, después de una larga trayectoria como maestro de los templos mayores de Ávila, Segovia y Toledo, y como arquitecto de los Reyes Católicos. Aquí, en Guadalajara, consiguió trazar un palacio con elementos totalmente innovadores, resultado, de una parte, de la larga experiencia de los talleres de cantería góticos del norte de Europa, donde él tenía sus orígenes; y, de otra, de las soluciones de distribución de espacios y de los programas decorativos ideados por los alarifes de al-Andalus; pero también, incorporando las soluciones clasicistas planteadas por los tratadistas italianos del Quattrocento.